Quedamos embarazados en junio del 2015. Olivia nacería un 3 de enero del siguiente año, pesando 1535 gramos y midiendo 43 centímetros. Trajo con ella la mayor alegría y el amor más grande; trajo también mucho trabajo, paciencia y lecciones que enseñarnos.
Voy a devolverme al principio, al puro principio, a ese momento en que me di cuenta que quería ser mamá. Tenía 5 años y Pamelo venía todas las navidades en una canastita de mimbre con sus pijamitas blancas y con flores azules en el pecho. A todo lado Pamelo, yo y sus chunches íbamos. Pamelo fue el único regalo que esperaba todas las navidades con la mayor ilusión e inocencia. Él era mi Navidad; como Olivia llegaría a serlo 22 años después. Pamelo era fácil de cuidar; comía todo lo que se le daba, no lloraba, me dejaba ir al baño sola (un éxito de bebé) y definitivamente no me necesitaba tanto… Oli me necesita MUCHO… casi tanto como yo a ella. Y fui creciendo, pensando que la maternidad sería fácil. O que por lo menos algo para lo que yo estaría de alguna forma lista.
Cuando crecí dejé a Pamelo atrás, pero por algún lado en mi cabeza siempre iba a estar la ilusión de ser mamá.
Vino la escuela, el colegio y la universidad. Mis prioridades cambiaron. Me gustó esa independencia lejos de casa, las fiestas, los amigos… y el campo para ser mamá se fue volviendo cada vez más pequeño. Llegaron con los años también los amores y desamores, el trabajo y la ilusión de seguir con una formación académica más completa. Era el tiempo para mí, para mis cosas, para ser libre. Pude viajar, conocer gente y equivocarme. Tuve también la oportunidad de aprender de mis errores y de cierta manera corregirlos o volverlos a cometer. Estaba contenta. Era MI tiempo y no quería compartirlo con nadie, por lo menos no todavía.
Pero como en la vida las cosas no son como se planean, llegó Olivia a ser esa chispita extra e inesperada de mi vida.
Después, de su imprevista pero felizmente recibida noticia, empezamos como muchos a prepararnos. Teníamos ropita pequeñita azul, rosada, amarilla. Creo que cada dos días sacaba la ropa para desdoblar y volver a doblar, la acomodé por talla otras veces por color y hasta por estilo. Planear el futuro con ella, como iban a ser mis nuevos días ahora que ella era parte de mí. Disfrute de mis antojos (pepino, limón, sal y Tajín), de las siestas, de mi panza y de cada uno de los ultrasonidos que llegaban cada mes y me enseñaban como crecía esa personita que cambió mi vida. Todas nuestras primeras veces fueron perfectas, la primera vez que la escuché <3, que la sentí (como POP de palomita de maíz) y que la vi. A medida que iba creciendo también iba imaginando como iba a ser mi nueva vida, cambiar pañales, dar de mamar, su parto, escoger su nombre y todos esos sueños que van creciendo a medida que crece la panza.
Bueno yo creo que de tanto soñar mi panza creció y creció…
En mi cita de octubre, notamos que había subido un montón de peso… fue en ese mismo mes que tuve mis primeras contracciones. No sabía que pasaba así que llame a mi doctor que me mando a reposar por el día. El lunes siguiente volví a mi rutina de trabajo, casa, trabajo, casa… En noviembre mi panzota (imagínense una panza de gemelos de termino…sí, así de gigante) no me dejaba estar acostada, ni sentada, odiaba moverme y me costaba respirar. No quería ser necia, ni quería quejarme, quería ser valiente y aprender a disfrutar de todo lo que mi embarazo me traía. Viendo para atrás hubiera hecho las cosas diferentes. Me hubiera quejado y gritado y llorado mucho más. Como dicen por ahí, falta de cancha. Mi ginecólogo del momento estaba un poco perdido de la causa de mi súper panza y me recomendó al Dr. Kay Sanders. Por eso cuando me preguntan por el mejor doctor yo digo: “¡Kay, siempre Kay!”
Kay me vio todas las semanas siguientes hasta que Oli nació. Fue la primera vez que estuve internada (2 veces) en un hospital público y aprendí de las maravillas y des-maravillas de nuestra CCSS. Me sacaron líquido amniótico durante los internamientos (2,5 litros cada vez) para que Oli aguantara un poquito más (la panza tan grande hacía pensar a mi cuerpo que todo estaba listo). Estaba feliz, al fin estábamos haciendo algo para que Olivia lograra estar en mi panza un rato más.
Fue una Navidad difícil, estuve en cama todo el tiempo, lloraba por todo y por nada. Eran en esos momentos que sobre-pensaba las cosas. Me sentía super culpable, pero de algún lado sacaba fuerzas para sonreír y decirle a Oli que todo iba a salir bien. Ya hacia unas semanas que no podía sentirla moverse, ella flotaba en una piscina olímpica de líquido amniótico mientras a mí me hacía falta hacerle un high five…
Llego año nuevo, para ese momento todos los días eran ganancia. Durante esa noche las contracciones fueron efectivas. Mi hermana me acompaño y la mañana siguiente les avisamos a mis papás que íbamos al hospital. De camino el taxista me pregunto que, si ya iba nacer, a lo que respondí: “No, jamás solo tengo 6 meses y medio”. Después de tres ultrasonidos. ese mismo día me internaron de emergencia. Olivia tenia 31 semanas.
Para Kay, que nos salvó la vida.
<3 Demasiado lindo Helen!
Gracias Feli! te queremos mucho!
Veo que se repite la historia en la familia. Tu prima hermana Stephanie Clark nacio de 6 meses justos, peso 1,500 gramos y midio 38 centimetros. Toda una campeona que nunca dejo de moverse, por suerte!!! eso fue maravilloso. Miles de cuidados, nacio en la Clinica Santa Rita y su pediatra la paso al Hospital de Niños, donde era el subdirector. Ese dia las ambulancias estaban en huelga y fue transportada en el microbus de tu Abuelito y a tu Papa le toco llevar la incubadora en su regaso. Obviamente le tocaba ser el padrino! No tengo la menor duda que Olivia crecera fuerte y llena de amor con una Mama tan especial como vos. Un beso grande!! Tia Toni
Gracias tía! si son muchos los cuidados pero mucho el amor! <3
Tia!! Que linda!
Las palabras escrita en esta historia, llegan a tocar lo más profundo de un sentimiento , el poder del amor trasciende más allá de lo imaginario. Compartí, este camino con mi pequeña Helen, cuide de ella y de su Pamelo, pude ver cuánto amor podía dar a quien amaba, siempre supe que Oly llegó al mejor de los nidos donde la esperaban los padres que ella escogío desde el cielo, con la certeza de que la amarían más allá de su razón.
Te amo mamá, gracias por ser un ejemplo tan claro de amor y apoyo.
gracias por compartir esto, no sabes lo mucho que aignifica para mi al estar tan lejos y poder leer todo esto! revivir estos momentos de la panzota y las corridas me hizo llorar sobre todo de la felicidad de ver a oli hoy lo grande y preciosa que está pero tambien recordar la angustia que vivimos en ese momento. las amo muchisimo pequeñitas!!
Anne linda!! te amamos gracias por el apoyo siempre! Creo que los recuerdos del hospital con vos, a como yo me acuerdo están llenos de risas y amor.. una que otra lagrimilla y miedo pero en su mayoría puro amor te amo!
💖💖💖
Mucho amor toto!!
Helen qué linda redacción de los hechos. Sentí como si hubiese estado ahí. Ojalá sigas escribiendo sobre Oli y tu experiencia como mamá. Me encantó leer esto.
Gracias Mari! si ese es el plan!
Mi amor Bella ! Que hermoso! gracias por compartirlo !
Lloré …. lloré recordando a Kay ( sí, siempre el mejor) y mi embarazo de Rafael ( que también fue prematuro y con bajo peso) . Recordé tantos sientimientos que al igual que vos viví. La culpa, uff !
En la vida hay travesías que son más difíciles que otras, travesías que nos definen y nos enseñan.
Como mamá reconozco la importancia del apoyo, de la comprensión y la confianza. Te extiendo mi amor, mi mano y mi ayuda.
Te admiro muchísimo. Sos una mamá tan hermosa y fuerte.
Un abrazo a ambas !
Moka!! vos has estado ahi para nosotras! nos has dado un abrazo en momentos en que hace mucha falta! comprensión y apoyo, justo para eso es este espacio para crear esas conexiones que tuve con vos un día en el hospital entrando como loca corriendo al piso 3 y vos solo me diste un abrazo fue como que te llevaste un poquito de la carga que llevaba ese día conmigo. No tenes idea de lo que significo! y cuando estuvo Oli en emergencias otro día, también y para siempre no sabes lo que te agradezco como mama y como doctora.
Me seguís haciendo llorar… que bella sos; tan generosa y transparente!
Aquí estoy y estaré para vos y Olí ! ( me encanta su nombre , es de mis favoritos !)
La vida y el universo nos permitieron compartir estos momentos tan preciados , momentos donde ambas nos necesitábamos . Porque en amor genera más amor. ❤️
Abrazo inmenso !
Hermoso. Gracias por compartir 🙂
Manu!que bueno que te gusto! ya casi te das cuenta que el amor que sentis es exponencial!
It is such a powerful thing to be a mother. Not only to sustain a life within you but to never stop worrying, feeling joy and learning from the life as it grows outside you. Beautiful written, my darling, and I send you love.
Thank you tia I love you so much!!